miércoles, 12 de agosto de 2015

El Participante y los Sistemas de Apoyo en la Educación Abierta y a Distancia

En la Educación a Distancia, el estudiante es el centro del proceso educativo. Además, en la modalidad a distancia las características que asume en los contextos institucionales, vienen determinadas principalmente por la interacción y la comunicación que se establece entre el participante, el facilitador y los medios educativos. De allí que estas características tienen una gran influencia en el diseño de los materiales y en los elementos de tipo organizativo. Por su parte, el facilitador o tutor cumple una función de organización de experiencias, mediación y orientación del aprendizaje. Es importante que sea  sensible a las necesidades de los estudiantes y debe promover el estudio independiente para ir desarrollando progresivamente la capacidad de autorregulación y gestión de su propio aprendizaje.
     Ahora bien, el propósito de esta reflexión es responder algunas interrogantes planteadas en esta Unidad desde la óptica del estudiante como de la del facilitador.
Desde el punto de vista del estudiante, ¿Cómo podría caracterizarse al estudiante de educación abierta y a distancia? ¿Qué servicios de apoyo al aprendizaje deben ofrecerse? ¿Por qué investigar al estudiante a distancia? ¿En qué se diferencia el estudiante a distancia del estudiante de un sistema convencional? ¿Cuáles son las necesidades del estudiante a distancia y cuáles las razones que lo motivan a estudiar? ¿Cuáles son las dificultades que confronta un estudiante para adaptarse y para tener éxito dentro de este sistema? ¿Cuáles son los recursos y estrategias que pudieran utilizar las instituciones para apoyarlo en su proceso de aprendizaje?.           
Desde punto de vista del facilitador, ¿Cómo podríamos caracterizar al facilitador? ¿Debe tener el facilitador de la educación a distancia algunas características especiales? ¿Cuáles son las de mayor importancia? ¿Por qué?. A continuación se responderán varias de estas  interrogantes.

Perfil del Estudiante a Distancia

Una adecuada caracterización de los estudiantes a distancia permite conocer el perfil de estos participantes, que es totalmente diferente a la de los estudiantes de la modalidad presencial. Según García (2001) un estudiante a distancia es un sujeto maduro, interesado en su propio proceso de formación, la mayoría de las veces trabaja y estudia, sus preocupaciones se centran en su ocupación, bienestar familiar, ascenso profesional y autoestima. Por su parte Díaz (citado en Leal, 2000) existe un perfil del estudiante a distancia exitoso que incluye las siguientes características: es una persona altamente motivada, independiente, estudiante activo, tiene habilidades para administrar su tiempo y organizarse, tiene la disciplina para estudiar sin recordatorios externos y puede adaptarse a ambientes de estudio nuevos.
Como se puede apreciar, ambos autores coinciden en que el perfil del participante de la EAD se adecua a un sujeto maduro, responsable, motivado, autorregulado y que está consciente que de no  poseer estas cualidades debe desarrollarlas cuanto antes, para que pueda cursar sus estudios con facilidad. En cuanto a los grupos de trabajo de los estudiantes a distancia, estos son heterogéneos en edades, intereses, motivaciones, expectativas, caso contrario de los grupos que interactúan en la educación presencial, que son más homogéneos, pues presentan similitud en cuanto a edad, intereses, grado de madurez.
Cabe destacar que, dentro de las habilidades para estudiar a distancia y en línea está la autorregulación del aprendizaje, responsabilidad, motivación, autodisciplina, metas bien definidas, disposición, confianza en sí mismo, autocontrol y autoevaluación. Respecto al tema académico, los participantes de la EAD tienen una alta motivación al estudio, le preocupan los resultados de su evaluación, son personas responsables, que pueden manifestar vergüenza cuando no cumplen con sus obligaciones, algo que rara vez se ve en la educación presencial.

Motivaciones y Necesidades del participante de la EAD

Dentro de los motivos para estudiar a distancia según García (citado en García,2001) se encuentra la satisfacción de inquietudes en un área concreta, ser más culto y estar mejor informado, aumentar las perspectivas de promoción, obtener el título, aprender cosas relevantes y nuevas para el trabajo que puedan aplicarse, dar nuevo aliciente o estímulo a la vida.
Por su parte, Simpson, (citado el Leal, 2000) señala las categorías de necesidades del estudiante a distancia que son: Emocionales o afectivas: incluyen la motivación, manejo del stress, autoestima, asertividad. Organizacionales: abarca la capacidad para interactuar con el sistema y autodirigirse. Intelectuales: desarrollo de habilidades cognoscitivas.

Dificultades del Estudiante de la EAD

Un estudiante de la modalidad abierta y a distancia, tiene bajo sus hombres el peso de la responsabilidad sobre su proceso de enseñanza-aprendizaje. La soledad, la falta o ausencia de una adecuada comunicación con su tutor y la institución para la que estudia, aunado a las exigencias familiares, laborales y económicas, pueden hacer del hecho de estudiar un verdadero reto.
A este particular, Robinson (citado en García, 2001) cree que existen 3 problemas básicos con los que se encuentran los estudiantes de la modalidad abierta y a distancia, la falta de hábitos de estudio, que dificultan el aprendizaje independiente. La distancia que repercutirá en la sensación de soledad y de trato impersonal que pueden llevar al desánimo. Los problemas académicos propios de la misma dificultad para estudiar. El hecho de no cumplir con las expectativas personales en el área académica genera frustración y sentimientos encontrados en un alumno de la educación presencial.
Otros autores como Abrahamson y Brown (citados en García, 2001) consideran que la independencia con la que tiene que lidiar un participante de esta modalidad, pueden conllevar a la soledad, la ansiedad y la angustia. De allí, la importancia de que el alumno que estudie en la EAD sea un adulto, autorregulado, maduro emocionalmente, responsable y que esté bien claro en las metas que espera lograr y lo que debe hacer para conseguirlas.

Servicios de Apoyo al Aprendizaje deben Ofrecerse

El estudiante de Educación a Distancia, requiere servicios de apoyo al aprendizaje a fin de que este pueda superar sus dificultades y alcanzar la meta. En este sentido, Leal (2000, p.16), propone los siguientes:
1. Orientación educativa-académica: cubre estrategias para conducir el proceso de aprendizaje y fomentar el estudio independiente.
2. Orientación personal-social: busca la adaptación del estudiante al sistema y el desarrollo personal como parte fundamental de la formación universitaria.
Es importante resaltar que, estas orientaciones son aspectos fundamentales que las instituciones educativas no deben dejar de lado, a fin de que el estudiante pueda superar parte de las dificultades que se puedan presentar en la modalidad de estudios a distancia.

 Perfil del Facilitador a Distancia

La Educación a Distancia ha sufrido un cambio en 180 grados al incorporar las Tecnologías de la Información como herramienta de apoyo en el proceso de aprendizaje, este cambio ha impactado en los facilitadores, ya que ha surgido la necesidad de que los mismos cuenten con nuevas habilidades y destrezas con el fin de hacer un uso adecuado de las plataformas de aprendizaje y guiar correctamente a los estudiantes en el uso de las mismas, en este aspecto autores como Schlosser y Anderson (citados en García, 2001) definen las siguientes características:
1. Entender la naturaleza y filosofía de la educación a distancia.
2. Identificar las características de los estudiantes que aprenden físicamente separados del docente.
3. Idear y desarrollar cursos interactivos adaptados a las nuevas tecnologías.
4. Adaptar las estrategias de enseñanza al modo de entrega en la modalidad a distancia.
5. Organizar los recursos instruccionales en un formato apropiado para el estudio independiente.
6. Formarse y practicar en el uso de los sistemas de telecomunicaciones.
7. Implicarse en la organización, planificación colaborativa y toma de decisiones.
8. Evaluar los logros de los distantes estudiantes, sus actitudes y percepciones.
            Por otra parte, el facilitador debe poseer según (García, 2001) cualidades tales como cordialidad, aceptación, honradez, empatía, capacidad para escuchar y leer. Esta nueva realidad exige que los facilitadores de aprendizaje tengan la disposición de actualizarse y estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías y su integración con la educación tal como lo son las plataformas para la creación de cursos en línea y plataformas de comunicación como el foro, chat y videoconferencia.
            Finalmente, es importante como facilitador de Educación a Distancia investigar al estudiante debido a que es el centro de esta modalidad de estudio, en los aspectos que le circundan tales como sus características, necesidades, motivaciones y dificultades, ya que esto permitirá comprender y mejorar los aspectos académicos, comunicacionales y de aprendizaje.

AUTORES:
Liliana Ojeda, Erica Barrios y Dennis Arroyo 

REFERENCIAS

García, L. (2001) Capítulo 5: Profesores Formadores y Tutores. Universidad Nacional Abierta. Caracas: Autor.

Leal, N. (2000) El Mundo Interior del Estudiante UNA Universidad Nacional Abierta. Caracas: Autor.



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