En la Educación a Distancia, el estudiante es el
centro del proceso educativo. Además, en la modalidad a distancia las
características que asume en los contextos institucionales, vienen determinadas
principalmente por la interacción y la comunicación que se establece entre el
participante, el facilitador y los medios educativos. De allí que estas características
tienen una gran influencia en el diseño de los materiales y en los elementos de
tipo organizativo. Por su parte, el facilitador o tutor cumple una función de
organización de experiencias, mediación y orientación del aprendizaje. Es
importante que sea sensible a las
necesidades de los estudiantes y debe promover el estudio independiente para ir
desarrollando progresivamente la capacidad de autorregulación y gestión de su
propio aprendizaje.
Ahora bien, el propósito de esta reflexión es responder algunas interrogantes planteadas en esta Unidad desde la
óptica del estudiante como de la del facilitador.
Desde el punto de vista del estudiante, ¿Cómo podría
caracterizarse al estudiante de educación abierta y a distancia? ¿Qué servicios
de apoyo al aprendizaje deben ofrecerse? ¿Por qué investigar al estudiante a distancia?
¿En qué se diferencia el estudiante a distancia del estudiante de un sistema
convencional? ¿Cuáles son las necesidades del estudiante a distancia y cuáles
las razones que lo motivan a estudiar? ¿Cuáles son las dificultades que
confronta un estudiante para adaptarse y para tener éxito dentro de este
sistema? ¿Cuáles son los recursos y estrategias que pudieran utilizar las
instituciones para apoyarlo en su proceso de aprendizaje?.
Desde punto de vista del facilitador, ¿Cómo podríamos
caracterizar al facilitador? ¿Debe tener el facilitador de la educación a
distancia algunas características especiales? ¿Cuáles son las de mayor
importancia? ¿Por qué?. A continuación se responderán varias de estas interrogantes.
Perfil del Estudiante
a Distancia
Una adecuada caracterización de los estudiantes a
distancia permite conocer el perfil de estos participantes, que es totalmente
diferente a la de los estudiantes de la modalidad presencial. Según García
(2001) un estudiante a distancia es un sujeto maduro, interesado en su propio
proceso de formación, la mayoría de las veces trabaja y estudia, sus
preocupaciones se centran en su ocupación, bienestar familiar, ascenso
profesional y autoestima. Por su parte Díaz (citado en Leal, 2000) existe un
perfil del estudiante a distancia exitoso que incluye las siguientes
características: es una persona altamente motivada, independiente, estudiante
activo, tiene habilidades para administrar su tiempo y organizarse, tiene la
disciplina para estudiar sin recordatorios externos y puede adaptarse a
ambientes de estudio nuevos.
Como se puede apreciar, ambos autores coinciden en que
el perfil del participante de la EAD se adecua a un sujeto maduro, responsable,
motivado, autorregulado y que está consciente que de no poseer estas cualidades debe desarrollarlas
cuanto antes, para que pueda cursar sus estudios con facilidad. En cuanto a los
grupos de trabajo de los estudiantes a distancia, estos son heterogéneos en
edades, intereses, motivaciones, expectativas, caso contrario de los grupos que
interactúan en la educación presencial, que son más homogéneos, pues presentan
similitud en cuanto a edad, intereses, grado de madurez.
Cabe destacar que, dentro de las habilidades para
estudiar a distancia y en línea está la autorregulación del aprendizaje,
responsabilidad, motivación, autodisciplina, metas bien definidas, disposición,
confianza en sí mismo, autocontrol y autoevaluación. Respecto al tema
académico, los participantes de la EAD tienen una alta motivación al estudio,
le preocupan los resultados de su evaluación, son personas responsables, que
pueden manifestar vergüenza cuando no cumplen con sus obligaciones, algo que
rara vez se ve en la educación presencial.
Motivaciones y Necesidades
del participante de la EAD
Dentro de los motivos para estudiar a distancia según
García (citado en García,2001) se encuentra la satisfacción de inquietudes en
un área concreta, ser más culto y estar mejor informado, aumentar las
perspectivas de promoción, obtener el título, aprender cosas relevantes y
nuevas para el trabajo que puedan aplicarse, dar nuevo aliciente o estímulo a
la vida.
Por su parte, Simpson, (citado el Leal, 2000) señala
las categorías de necesidades del estudiante a distancia que son: Emocionales o
afectivas: incluyen la motivación, manejo del stress, autoestima, asertividad.
Organizacionales: abarca la capacidad para interactuar con el sistema y
autodirigirse. Intelectuales: desarrollo de habilidades cognoscitivas.
Dificultades del
Estudiante de la EAD
Un estudiante de la modalidad abierta y a distancia,
tiene bajo sus hombres el peso de la responsabilidad sobre su proceso de
enseñanza-aprendizaje. La soledad, la falta o ausencia de una adecuada
comunicación con su tutor y la institución para la que estudia, aunado a las
exigencias familiares, laborales y económicas, pueden hacer del hecho de
estudiar un verdadero reto.
A este particular, Robinson (citado en García, 2001)
cree que existen 3 problemas básicos con los que se encuentran los estudiantes
de la modalidad abierta y a distancia, la falta de hábitos de estudio, que
dificultan el aprendizaje independiente. La distancia que repercutirá en la
sensación de soledad y de trato impersonal que pueden llevar al desánimo. Los
problemas académicos propios de la misma dificultad para estudiar. El hecho de
no cumplir con las expectativas personales en el área académica genera
frustración y sentimientos encontrados en un alumno de la educación presencial.
Otros autores como Abrahamson y Brown (citados en García,
2001) consideran que la independencia con la que tiene que lidiar un
participante de esta modalidad, pueden conllevar a la soledad, la ansiedad y la
angustia. De allí, la importancia de que el alumno que estudie en la EAD sea un
adulto, autorregulado, maduro emocionalmente, responsable y que esté bien claro
en las metas que espera lograr y lo que debe hacer para conseguirlas.
Servicios de Apoyo
al Aprendizaje deben Ofrecerse
El estudiante de Educación a Distancia, requiere servicios
de apoyo al aprendizaje a fin de que este pueda superar sus dificultades y
alcanzar la meta. En este sentido, Leal (2000, p.16), propone los siguientes:
1. Orientación educativa-académica: cubre estrategias
para conducir el proceso de aprendizaje y fomentar el estudio independiente.
2. Orientación personal-social: busca la adaptación
del estudiante al sistema y el desarrollo personal como parte fundamental de la
formación universitaria.
Es importante resaltar que, estas orientaciones son
aspectos fundamentales que las instituciones educativas no deben dejar de lado,
a fin de que el estudiante pueda superar parte de las dificultades que se
puedan presentar en la modalidad de estudios a distancia.
Perfil del
Facilitador a Distancia
La Educación a Distancia ha sufrido un cambio en 180
grados al incorporar las Tecnologías de la Información como herramienta de
apoyo en el proceso de aprendizaje, este cambio ha impactado en los
facilitadores, ya que ha surgido la necesidad de que los mismos cuenten con
nuevas habilidades y destrezas con el fin de hacer un uso adecuado de las
plataformas de aprendizaje y guiar correctamente a los estudiantes en el uso de
las mismas, en este aspecto autores como Schlosser y Anderson (citados en
García, 2001) definen las siguientes características:
1. Entender la naturaleza y filosofía de la educación
a distancia.
2. Identificar las características de los estudiantes
que aprenden físicamente separados del docente.
3. Idear y desarrollar cursos interactivos adaptados a
las nuevas tecnologías.
4. Adaptar las estrategias de enseñanza al modo de
entrega en la modalidad a distancia.
5. Organizar los recursos instruccionales en un
formato apropiado para el estudio independiente.
6. Formarse y practicar en el uso de los sistemas de
telecomunicaciones.
7. Implicarse en la organización, planificación
colaborativa y toma de decisiones.
8. Evaluar los logros de los distantes estudiantes,
sus actitudes y percepciones.
Por otra parte, el facilitador debe
poseer según (García, 2001) cualidades tales como cordialidad, aceptación,
honradez, empatía, capacidad para escuchar y leer. Esta nueva realidad exige
que los facilitadores de aprendizaje tengan la disposición de actualizarse y
estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías y su integración con la educación
tal como lo son las plataformas para la creación de cursos en línea y
plataformas de comunicación como el foro, chat y videoconferencia.
Finalmente, es importante como
facilitador de Educación a Distancia investigar al estudiante debido a que es el
centro de esta modalidad de estudio, en los aspectos que le circundan tales
como sus características, necesidades, motivaciones y dificultades, ya que esto
permitirá comprender y mejorar los aspectos académicos, comunicacionales y de
aprendizaje.
AUTORES:
Liliana Ojeda, Erica Barrios y Dennis Arroyo
REFERENCIAS
García, L. (2001) Capítulo 5: Profesores Formadores y Tutores.
Universidad Nacional Abierta. Caracas: Autor.
Leal, N. (2000) El Mundo Interior del Estudiante UNA Universidad
Nacional Abierta. Caracas: Autor.

No hay comentarios:
Publicar un comentario